Antes de hablar de las personas tóxicas tendríamos que mirarnos nuestro ombligo y darnos cuenta si, quizás, somos nosotros una de ellas.
Una persona tóxica se alimenta energéticamente chupando la energía de los demás. ¿Cómo lo hacen? Criticando, juzgando, quejándose, echando las culpas a otros, mintiendo, envidiando, sintiendo celos, tergiversando las cosas, ridiculizando, descalificando, humillando, chantajeando…
La falta de respeto se hace notar por doquier.