Una cosa nefasta que hemos aprendido y bien aprendido los humanos es estar enfocados siempre hacia fuera, si no nos gusta la vida que llevamos pensamos que las cosas no nos salen bien y nos convertimos en adictos de las críticas y los juicios contra nosotros mismos.
Seguramente que más de una vez has pensado que fulanita o menganito son mejores que tú y te has dicho a ti mismo cosas como: “Soy un desastre, nada me sale bien, si solo tuviera la suerte que tiene Luis/Luisa”. Déjame decirte que este es un pensamiento desastroso.
Llega el momento en que esa manera de pensar se convierte en una costumbre muy normal y ni siquiera reparas en ello, simplemente sigues drenando tu energía y repitiendo una y otra vez las mismas situaciones en tu vida, situaciones que te llevan a los mismos resultados.