¿No te parece absurdo sufrir en el presente por algo que ocurrió en el pasado? Fuera lo que fuera que ocurriera ya pasó y no se puede cambiar.
Sea algo que te hicieron o algo que hiciste, ya está hecho, dicho y no hay manera de volver atrás. ¿Para qué seguir con ese martirio?
Al permitir que tu mente vague continuamente entre pensamientos sobre lo que pasó, creas resentimiento, culpa, miedos. Cuando te sientes presa del pasado y no dejas de pensar en ello es muy difícil que la mente se concentre la curación. Necesitas tiempo para disolver los miedos.
Porque esos fantasmas del pasado solo traen miedos que te corroen el alma y te impiden seguir con tu vida de manera sana y con disfrute.
Ya sabes que el momento de poder es siempre el presente, ahora puedes tomar una nueva decisión y no mirar atrás o bien plantarte en el papel de víctima con manía persecutoria pidiendo a todos los demás que se disculpen, a veces aún sin motivo, o quizás seguir sintiéndote mala persona por aquello que hiciste o dijiste. ¿Cuál es tu decisión? Tuyo es el poder.
Para conseguir buenos resultados es necesario que entrenes tu mente a estar en el presente. El presente es ahora, el momento de tomar tu decisión es ahora. Así que el primer paso es tomar tu poder, tomar la decisión de cambiar tu actitud y dejar de dar vueltas por el pasado.
A la mente le encanta vagar entre el pasado y el futuro, ¿curioso verdad? Para eso está muy bien entrenada, sin embargo es una pérdida de energía y una manera de permanecer en un negativo círculo vicioso que te impide continuar.
¿Cuándo estás dispuesto a olvidar? Cuando dices BASTA.
¿Cuándo renuncias al pasado? Cuando perdonas.
El momento llega cuando tú lo decides, a veces tienes que llegar al límite y más allá para darte cuenta de que el tiempo pasa y no espera a nadie, y que si continúas con esa actitud pasará tu vida sin ser vivida. Pasará tu vida sin vivirla, sin disfrutarla, sin VIVIR.
Estar rememorando el pasado negativamente solo causa dolor emocional y te deja la autoestima por lo suelos. Es necesario es listo para tomar acción y realizar un trabajo sanador contigo mismo.
Lo mejor que puedes hacer para disponerte a olvidar es cambiar tu actitud hacia aquello que ocurrió. Ocurrió y ya nada ni nadie lo puede cambiar, aprende lo que tengas que aprender y olvida.
Si no olvidas y dejas el pasado marchar, toda tu vida se verá afectada: tus relaciones, tu trabajo, tus finanzas, tu salud…
Para renunciar al pasado disponte a perdonar, incluso a ti mismo. Este es un fuerte trabajo sanador al que te tienes que enfrentar sí o sí, sé por experiencia que a muchas personas les cuesta pasar por aquí, pero cuando lo hacen se sienten liberadas y limpias, listas para emprender una vida llena de satisfacciones.