Cambiar o mejorar cualquier aspecto de tu vida significa que tienes que salir de tu zona de confort. Tienes que repetir tu afirmación de manera sabia y tomar nuevas acciones, tomar riesgos y estar dispuesta a dar calculados saltos de fe.
Esto no le gusta nada, nada, absolutamente nada a tu ego.
Y es por eso que aparecen las resistencias, en el momento que tomas la decisión, en el momento en el que comienzas a trabajar tu afirmación, a realizar acciones que te acerquen a lo que de verdad quieres, campanillas de ¡ojo con el perro! aparecen para advertirte del peligro.
Eso está guardado en tu mente subconsciente, el lugar preferido de tu ego, y de pronto escuchas: espera, peligro, peligro, tú no sabes las consecuencias de ese nuevo pensamiento o de esa nueva acción. Puedes comenzar a sentirte mareada, angustiada, ansiosa, incluso mareada.
Si, a pesar de esas sensaciones, sigues con tu tarea el ego no parará y te enviará miles de razones para que detengas tu decisión y vuelvas a lo de siempre.
Superar las resistencias del ego es una maestría que bien vale el esfuerzo, es una habilidad que no debes dejar de adquirir.
¿Cómo?
Reconoce y acepta que la resistencia aparece
Cuando el ego lucha contra tus nuevas acciones entras en un estado de confusión, esto lleva a tu mente a racionalizar, es decir, a buscar razones que justifiquen tu estado, entonces encontrarás mil motivos dentro y fuera que expliquen cómo te sientes.
La decisión más probable es que abandones lo que habías iniciado; un proceso de coaching, unas sesiones de Reiki, porque pienses que no es el momento adecuado, o no es lo que realmente necesitas por algo que tu coach o terapeuta ha dicho… O bien detienes ese proyecto que tanto te motivaba, lo paras por cualquier “buena razón”
Siempre puedes encontrar una “muy buena” razón para abandonar. Cuando digo siempre es SIEMPRE.
Por esto es imprescindible que estés dispuesta a considerar que justo en ese momento de confusión tu mente y tus sentimientos te están engañando y que se abre paso la resistencia.
Pon en práctica el DESAPEGO, observa lo que te está ocurriendo como si vieses una película y sigue adelante usando tu sentido común. Sal de tu zona de confort, te harás grande y tendrás a tu ego bajo control.
Observa los síntomas
Cuánto más te entrenas en la observación mayor capacidad tienes para darte cuenta de que tus pensamientos y sentimientos te mienten. Observa como tus pensamientos se disparan, observa tus emociones de ansiedad y acepta que esto es una programación antigua que nada tiene que ver con tu verdadero SER que ahora te está conduciendo hacia quien verdaderamente eres.
A medida que te identificas más con tu esencia espiritual más fácil te resultará ganar la batalla al ego.
Sí, existe confusión. Sí, experimentas ansiedad, tienes miedo. Está bien, no pasa nada.
No pasa nada porque si continúas hacia adelante, si no paras, llega un momento en el que tu antiguo ego abandona y ese aviso de supervivencia se convierte en determinación y fuerza para seguir con tu propósito. Tu ego interpretará tu nueva fuerza como algo necesario y dejará de lanzar sus avisos de miedo.
Ahora no habrá nada que te pare.