Nunca abandones tus sueños, nunca pienses que es imposible conseguirlos, vea por ellos con ganas, motivación y mucho entusiasmo.
Diseña tu propio juego, para ganar solo necesitas eliminar tu apego al resultado.
Hacer esto es tremendamente poderoso pues al practicar el desapego pones en acción la fe en ti misma y la fe en tu YO verdadero. Fe en acción.
Estar pendiente del resultado crea estrés y frustración. Tu mente no está en calma, no encuentra la confianza necesaria para hacer con tranquilidad. Te apegas a todo y entonces generas miedo e inseguridad.
Tu capacidad de trabajo, tu capacidad de gestionar para materializar cualquier cosa en el mundo físico, desde la honestidad y tu propia esencia, viene de tu YO, sí de tu yo con mayúsculas. Es la energía que te pone en movimiento.
Cuando no tienes en cuenta esto y vas persiguiendo el coche, la casa, la ropa, los billetes, la mirada… , que al fin y al cabo son el símbolo de tu capacidad creativa, te sientes vacía, te falta algo.
El apego viene del miedo, de la conciencia de pobreza, pobreza de tiempo, pobreza de dinero, pobreza de salud, pobreza de amor. En ese momento estás olvidando tu poder creativo, tu capacidad de innovación, tus fuerzas para salir del atolladero.
Tu puedes conseguir tus sueños, sean éstos cuales sean.
Permítete fluir, no bloquees imponiendo tu criterio, solo observa y déjate fluir.
Tu ya eres una persona maravillosamente rica. Solo tienes que tomar conciencia real de ello. Abrazar la incertidumbre para permitir que la vida te sorprenda.
Encaminate hacia tus sueños disfrutando del camino, sin apegarte al resultado pues recuerda que siempre obtendrás lo mejor para ti, sin lugar a dudas.
El éxito ya reside en ti.