En algún momento de nuestras vidas todos nos hemos relacionado de una u otra manera con personas difíciles de tratar.
A lo largo de nuestro camino nos encontramos con un gran número de personas, cada uno, como solemos decir por mi pueblo, de su padre y de su madre. Algunas nos llegan al corazón y nos tocan de manera positiva. Con otras, sin embargo, nos cuesta mucho mantener un trato cordial.
Se puede dar la circunstancias de que el trato con esas personas sea ocasional y no se alargue en el tiempo, ¿pero qué ocurre cuando esa persona está cerca diariamente? ¿Cuando esa persona es alguien de tu familia, es tu jefe, un compañero de trabajo… etc.?
Esto puede ser agotador. La clave está en una buena comunicación.
Puede parecerte que pierdes el control, que te saca de tus casillas, causarte estrés o ansiedad… por eso el primer paso es prepararte interiormente para enfrentar la situación.
Mantener la calma, no tomarte nada de lo que esa persona haga o diga de manera personal. Procura que su comportamiento no te afecte, pues entonces estarías haciéndolo tuyo, aceptandolo, respirando e integrando. Y no, no es tuyo para nada.
Antes de hablar con esa persona, piensa bien qué palabras vas a usar, qué tono, cómo se lo vas a decir. Procura no juzgar, no estés a la defensiva. Se asertiva y respetuosa. No te muestres como una víctima. Intenta entablar la conversación de manera objetiva.
Muéstrale con respeto tu punto de vista, si la persona está abierta a escuchar puedes llegar a un acuerdo con ella.
Hablar desde el amor incondicional y el respeto puede hacer que las personas difíciles en el trato se den cuenta de que hay una manera más hermosa de relacionarse con los demás.
Todos tenemos nuestras historias, algunos estamos dispuestos siempre a cambiar, aprender, crecer y ser mejores personas. Otros ni siquiera se dan cuenta del daño que se hacen a ellos mismos y por consiguiente a los demás.
Si, al tratar con estas personas, actúas desde la objetividad sin tomarte nada personalmente, puedes cambiar una vida.
Recuerda que no hay ninguna razón por la que permitir que una persona difícil o una situación difícil tenga poder sobre ti. Prepara tu interior para saber manejar de la mejor manera este tipo de circunstancias.
Observa, no vayas a ser tú una persona difícil de tratar.