El empleo drena energía, la vocación genera energía.
¿Cómo llegaste a un empleo que no te gusta? ¿Por qué lo aceptaste? ¿Sabes realmente que es lo que te gusta y te hace vibrar? ¿Cómo puedes hacer que tu empleo actual deje de quitarte energía?
Estas son preguntas que tendrías que hacerte para indagar sobre tu propósito de vida.
Tienes un propósito y tienes una vocación por el mero hecho de estar aquí en este mundo, en esta vida. Y te puedo asegurar que estés haciendo lo que estés haciendo, sea cual sea tu trabajo actual, es perfecto para ti en este espacio y tiempo. ¿No eres feliz con ello? ¿Qué puedes hacer para cambiarlo?
Cambiarlo no siempre significa que tengas que buscar otro empleo, cambiar de ciudad o tener otro negocio. Puedes darle un giro radical solo con observar tu actitud interna hacia tu día a día y cambiar esa percepción, esos sentimientos.
Recuerdo cuando allá por 1991 la empresa para la que trabajaba cerró sus puertas y decidí tomarte un tiempo para recapacitar sobre el siguiente pasó a dar y se cruzó en mi camino la posibilidad de viajar a la India. Lo hice, estuve un tiempo en un ashram (un ashram es la casa del maestro, la casa del guru).
En aquel momento estaba bastante confundida, tenía que tomar decisiones sobre mi vida en general; matrimonio, mi trabajo, etc. Según pasaban los días allí, cada vez tenía más claro que quería ayudarme a mi misma para salir de donde estaba. ¿Cuál era mi propósito de vida? Me preguntaba una y otra vez.
A la vuelta de ese viaje, seguí potenciando el reencuentro conmigo misma a través de mis prácticas espirituales.
Conocí Reiki, y no me lo pensé mucho, empecé a formarme en esta disciplina y desde el minuto uno supe que un día sería maestra.
Al poco tiempo, después de haberme iniciado en el primer grado de Reiki, conseguí un empleo en una empresa naviera que se dedicaba al transporte de contenedores a nivel nacional e internacional. ¿Era ese mi propósito de vida?
Después de Reiki llegaron otras disciplinas, entrenamientos y formaciones. Cada vez tenía más claro que quería ser terapeuta y guía para ayudar a otras personas a mejorar la calidad de vida, mejorar su bienestar de manera que abarcara todas las áreas de la vida, empezando por la raíz… el interior.
Decidí darle una función a mi empleo en la naviera. No era una simple recepcionista, mi labor formaba parte de una cadena que ayudaba a otras personas a conseguir sus propósitos de llevar sus cosas de un lugar a otro del mundo. A las personas que necesitaban transportar sus enseres porque ahora vivirían en otro país, a las empresas que necesitaban traer materiales, productos, etc. A las que necesitaban enviarlos a otros lugares.
Ahí estaba yo sirviendo con mi trabajo a que eso fuera posible y que esas personas fueran felices consiguiendo su meta de la manera más dulce posible.
Cuando dejé aquella empresa estaba a cargo del departamento de ventas.
Ayúdate a darle un propósito, una función a tu trabajo. Entrégalo al Espíritu, así tus servicios se elevarán de manera que no sea un simple empleo por el que te pagan.
Desde esa actitud se presentarán ante ti los cambios que necesites o las oportunidades de mejorar desde donde estás.
Es una cuestión de actitud interna, de percibir lo que haces desde una perspectiva más elevada para salir de las trabas mundanas, pues el milagro se da cuando comprendes en los más profundo de ti que tu propósito de vida es ser feliz dentro de ti y elevarte para expresar todo lo que eres a nivel físico, emocional, intelectual y espiritual. Cuando entiendes esto, las cosas cambian porque tu actitud cambia.
Si ahora sientes que no estás donde quieres estar, entrénate para fortalecer la relación más importante de tu vida: la que mantienes contigo misma, contigo mismo. ¿Qué elecciones tomarás hoy? ¿Qué función le dará a cada cosa que tengas que hacer hoy, ya sea personal o laboral?
Entrena tu mente para que puedas observar y dar los giros adecuados, cuando mantienes una hermosa relación contigo, tu propósito de vida llega.
Recuerda el poder que tienen los pensamientos y las palabras.
Orar y hablar con el arcángel Miguel (o a la energía con la que sientas más identificación y/o conexión) te puede ser de ayuda:
“Querido arcángel Miguel, ¿Qué cambios necesito hacer en mi vida ahora mismo? Por favor, guíame claramente por el camino de mi propósito de vida. Gracias, gracias, gracias.”
¿Te surgen dudas? ¿Alguna pregunta? escribe a: info@mercedesmata.com