Tú, como todo ser humano, tienes una llama interior que es la que mantiene en circulación tu fuerza vital.
Sin esa fuerza vital no podrías vivir en este mundo.
Una llama fuerte te impulsa hacia ese lugar dentro de ti que permanece en contacto con tu esencia y te abre la puerta hacia la autoestima y la libertad emocional.
Cuando tu llama es pequeña eres vulnerable, te conviertes en alguien frágil y débil. Te llenas de miedos y de dudas… esa llama es tu fuerza vital tu misión es cuidarla y alimentarla.
¿Te has preguntado alguna vez por qué todo el mundo se queda mirando a alguien que de repente entra en una habitación, un salón…?
¿Por qué algunas personas tienen la habilidad de visualizar lo que desean y manifestarlo, por qué tienen el coraje de ir tras sus sueños?
Quizás pienses que es que tienen suerte o que tienen un carisma especial.
Yo entiendo y creo que es la fuerza de tu vida, sí ese poder interno único en cada ser humano, el que nos mantiene vivos espiritual y físicamente el que nos da el aguante, el vigor y la fortaleza para seguir adelante y poner nuestros sueños en la realidad.
Ese poder interno es la llama que le da forma a tu fuego interno, y ya sabes que si un fuego no se alimenta se hace pequeño hasta que termina apagándose.
¿Qué fuerza tiene tu fuego interior? ¿Eres realmente quien quieres ser? ¿Te sientes fuerte? ¿Son tus decisiones las de alguien cuya llama interior es sana y potente o son las de una persona cuyo fuego se está apagando?
Sería fantástico si hoy te haces esas preguntas y además realizaras este ejercicio que te propongo:
Repasa los últimos 30 días de tu vida y observa las decisiones que has tomado y descubre si han sido decisiones que han alimentado tu llama o han ayudado a que se vaya apagando. Toma nota en tu cuaderno.
Aquí te dejo algunos ejemplos de elecciones que echan agua sobre tu llama:
• Permanecer cerca de personas que te critican y te juzgan
• El “debería”
• Intentar ser agradable
• Intentar conseguir la aprobación de los demás
• Evitar la comunicación
• Vivir con miedo
• Agotarte
• No escuchar tu voz interior
Y aquí algunas que echan leña a tu fuego:
• Amarte
• No aceptar abusos de ningún tipo
• Dedicarte tiempo a ti misma
• Sentir empatía hacia los demás
• Pasar tiempo con las personas que amas
• Reconocer que has hecho algo bien
• Descansar
Si de verdad crees que te merece lo mejor, mucho de todo lo mejor, es hora de ponerte las pilas y hacer rugir tu fuego interno.
¿Qué decisiones tomarás esta semana para levantar tu llama?
Te deseo un feliz viaje.