Una meta es un propósito que quieres alcanzar, algo realmente significante para ti o algo que, por alguna razón importante (aprobar un examen, superar una enfermedad, conseguir un trabajo…), necesitas conseguir.
Es simple: algo que quieres SER, algo que quieres HACER o algo que quieres TENER, que a hora mismo no eres, no haces o no tienes.
Demasiadas veces se asocia el alcanzar una meta con tener cosas materiales, esto puede causar conflictos internos y más cuando tienes creencias limitantes con respecto al dinero. Sin embargo hay que saber que establecer una meta y alcanzarla cubre todos los elementos que intervienen en la vida, cubren todas las áreas.
No hay nada de malo con las metas materiales pero también se dan otros temas importantes para establecer metas tales como sentir tranquilidad interna y mantenerla a lo largo del tiempo, equilibrar vida familiar con vida profesional, superar una enfermedad…
Puedes establecer metas en temas familiares, carrera profesional, relaciones, espirituales, salud y bienestar, económicas, ocio, hogar, etc.
Aun sin saberlo, aun sin ponerle nombre estoy segura que has alcanzado muchas metas en tu vida, ahora tienes la oportunidad de hacerlo de manera consciente y motivarte aún más.
Conseguir metas mejora tu vida, eleva tu autoestima e incrementa tu poder personal.
¿Qué pasa entonces cuando piensas en tus metas pero no pasas a la acción? Piensas, imaginas, sueñas… esto es realmente positivo e importante pero solo cuando luego pasas a la acción, de lo contrario estas FANTASEANDO, y posiblemente nunca verás tu meta en la realidad.
Por muy abstracta que sea tu meta, como por ejemplo en temas poco medibles como la espiritualidad, las emociones, la motivación… siempre, siempre, una vez alcanzada sientes y ves los cambios en tu vida.
¿Dónde te quedas? ¿En la fantasía? ¿O prefieres ESTABLECER TU META y pasar a la acción?
Un paso previo y tremendamente importante es escribir tu meta como un enunciado, un título y luego describirla con pelos y señales. En este momento dejas de fantasear y das el primer paso para poner tu sueño en la realidad.
El siguiente paso es comenzar a hacer lo que necesitas hacer para llegar al final. Una meta puede albergar sub-metas hasta llegar al objetivo final, por eso se requiere claridad, enfoque y acción continua.
Los pasos a dar (sub-metas) dependerán del tipo de meta que te hayas marcado, puedes considerar metas a corto plazo (de 1 a 3 meses), metas a medio plazo (de 3 meses a 1 año), metas a largo plazo (de 1 a 3 años).
Si es la primera vez que vas a trabajar de manera consciente con este concepto, te recomiendo que comiences por metas a corto plazo. Si por el contrario ya has alcanzado alguna de estas seguramente es momento de reforzar ese impulso y pasar a una meta a medio plazo e incluso a una de largo plazo.
Se trata de salir de tu zona de confort, de avanzar, de crecer… incluso preparar, por ejemplo, una fiesta de cumpleaños es alcanzar una meta.
Para crecer es conveniente ir actuando de manera consciente y deliberada, sino pues… irás algo así como sin rumbo por la vida.
Dejarse fluir y dejarse llevar es bueno, solo si efectivamente lo haces con consciencia. Dejarse fluir requiere de observación y esta es una importante lección a aprender.
¿Quieres efectividad en tus acciones? Entonces cuando establezcas tu meta procura que esta sea específica, medible, orientada a la acción, realista y con tiempo límite.
Quiero ser rica no es una meta específica, ¿Cuánto dinero específicamente quieres?
Quiero ser la mejor comercial de mi empresa no es una meta medible, ¿qué significa para ti “ser la mejor”? “Soy una comercial que alcanza los objetivos en ingresos y además los incrementa un 10%” esta si es una meta específica y medible.
Tu meta tiene que estar orientada a la acción, si fracasas en el plan, estás planeando fracasar, si nunca tomas acción, nunca ocurrirá nada.
Realista no significa algo que harías cotidianamente, eso no es una meta. Una meta requiere ser desafiante, apretarte un poquillo el estómago, si no es así el sentimiento de logro no ocurre y finalmente abandonarás.
Pon una fecha de conclusión, ¿cuándo quieres ver tu meta en la realidad? Y pon fecha a los pasos intermedios necesarios para llegar a la final.
Si tú tienes un sueño y quieres vivirlo de verdad pero tu familia, amigos y personas cercanas a ti no te apoyan, te dicen “tú y tus cosas”… quizás sea el momento de contratar a un buen coach que sostenga tu sueño y te ayude a accionar sin miedos.
Metas solo soñadas traen frustración, añoranza… metas alcanzadas traen autoestima y crecimiento interior y exterior.
¿Qué harás ahora, seguirás solo soñando o tomarás acción para ver la meta conseguida?