¿Y qué te hace pensar que “no puedes”? Claro toda esa interminable lista de cosas que tienes que hacer en el colegio o instituto, luego en casa, y todo lo extra que va saliendo. Cuando los extras comienzan a llegar, se juntan dos o tres y ahí es donde la “loca de la casa” (mente) empieza su batalla: “no puedes, ya haces demasiado, no tienes tiempo para todo, tendrás que pedir un día libre” y sigue y sigue…
A todo eso, se le suman los “problemas” en el trabajo, que si este alumno/a se pasa mil veces de la raya, que si tal compañero/a me tiene harta con sus estúpidos comentarios y sigue y sigue… Y entonces, puf, llega un momento en que ya el “no puedo” se convierte en estrés, el estrés pasa a ansiedad y la depresión está llamando a la puerta. ¿la dejarás entrar?
Nos han enseñado y hemos aprendido muchas cosas, sin embargo hay otras muchas que no, como por ejemplo:
Nunca me enseñaron a:
- No me enseñaron a conocerme a mí misma
- No me enseñaron a confiar en mí misma
- No me enseñaron a identificar mis sentimientos
- No me enseñaron a escuchar mi corazón
- No me enseñaron a ordenar mi tiempo, ni a tener orden mental
- Y la lista seguiría con muchas cosas más…
Cuando alguien viene hablándote de estas cosas, la reacción de la gran mayoría es mirar a esa persona con cara rara y pensar: “esta está loca” sin embargo, cuando te paras a escuchar y, aún mejor, llevas a cabo algo de lo que esa persona dice, asombrosamente la cosa resulta y sorprendida descubres que te sientes más liviana.
Y así te das permiso para:
- Saborear tu vida, sorbo a sorbo
- Seguir aprendiendo
- Crecer sin que sea a costa de sufrimiento
- Ser amable y paciente contigo misma
- Valorarte, amar y ser amada
- Y más….
De entrada te digo que Sí PUEDES, que eres una extraordinaria mujer, muy preparada y muy válida, además te dejo tres claves para reafirmes lo anterior:
a) Conócete a ti misma
La gran mayoría pensamos que nos conocemos y sabemos todo sobre nosotras mismas, y resulta que cuando nos paramos un momentito, solo un segundo a darnos la oportunidad de indagar en nuestro interior descubrimos cosas nuevas.
Por esto párate un minuto a respirar profundamente, a observar tus reacciones, tus palabras, tus pensamientos y sentimientos, haz una lista con las cosas que te gustan, las cosas que no te gustan, tus virtudes, tus defectos, tus límites, sacarás a la luz aspectos sobre ti de los cuales no tenías consciencia.
b) Confía en ti misma
Una vez hecho el ejercicio anterior, este reforzará, sin lugar a dudas, la confianza en ti. Al conocerte un poco más, tienes mucha fuerza a la hora de no permitir que nada ni nadie abuse de ti. Defenderás sin temor tus puntos de vista y aprenderás a respetar a todos puesto que te estás respetando a ti misma.
c) Ordena tu mente, ordena tu tiempo
Los dos pasos anteriores te dan fuerza mental y con ella puedes ordenar los cajones de tu mente.
Al subconsciente le gusta lo simbólico y para ello puedes practicar este ejercicio: cuando estés en casa limpiando, ordenando la ropa en el armario, etc. Al mismo tiempo que lo haces ve pensando: “a la vez que ordeno y limpio mi casa, ordeno y limpio mi mente” si mientras lo haces te encuentras con cosas que ya no te sirven tíralas, así haces espacio para lo nuevo.
Con estos pasos has empezado a ordenar tu interior, nuestro interior es muy abstracto por eso es bueno escribir, hacer listas, para darle forma. Aquí está el truco para ordenar tu tiempo: en sacar fuera todas las tareas que abruman tu mente. Prioriza, adjudica tiempo a cada tarea por hacer y respétalo.
Sobre todo querida amiga, por muy agobiada que te sientas por todo lo que tienes que hacer, deja tiempo para ti, para esas cosas que te encantan hacer y te llenan de energía.
Y recuerda; ¡TÚ SI PUEDES!