Pasar a la acción es realmente poderoso sobre todo cuando se ha entrado en la rutina y el trabajo automático, porque te enciende el piloto interno del entusiasmo.
A veces las tareas se vuelven tan rutinarias que es casi inevitable caer en el aburrimiento, y como esa tarea es algo que tienes que hacer es muy posible que te quejes de mil cosas sin darte cuenta de que esas quejas vienen de eso tan “pesado” y “automático” que haces una y otra vez.
Si te encuentras en esa situación, no es muy recomendable permitir que ese aburrimiento mine tu energía, porque el entrar en la queja y en la desgana disminuye considerablemente tu vitalidad.
Siempre tienes la opción de elegir, seguir en esa situación que no te gusta o pasar a la acción y darle la vuelta.
Te dejo unos pasos para que puedas comenzar a evitar el aburrimiento en tu trabajo sea cual sea este.
1.- Rétate a ti misma haciendo que la tarea te resulta más difícil, por ejemplo proponerte terminarla cada vez en menos tiempo.
2.- Conecta la tarea con algo que te resulte motivador. Si cocinar te resulta aburrido y no te gusta. Conecta el hecho de cocinar con el resultado de ofrecer un maravilloso almuerzo a tu familia o amigos.
3.- Desde el principio en positivo. Si la tarea a emprender te aburre y te centras en el mal-estar que eso te produce, todo detalle negativo aumentará por lo tanto mejor darle un toque positivo desde el minuto uno. Esto puede ser pensar: “esto me sale muy bien y además lo termino antes de lo que puedo imaginar”
4.- En la medida de lo posible cambia de rutina. Si todas las mañanas tomas el mismo camino para llegar a tu trabajo, cambia de ruta. Si siempre pones las llaves del coche en el mismo bolsillo de tu cartera, cambia de bolsillo, cositas así las puedes convertir en un divertido juego, pequeños retos contigo misma.
Practicar estos tres pasos no es nada complicado, ni necesitas una destreza especial, solamente tienes que tomar la determinación de llevarlos a cabo y disfrutarás de los resultados.