Hoy le doy la bienvenida a septiembre desde una fuerte tristeza, el pasado 30 de agosto, hace dos días, mi querida y adorada Maestra y Mentora, Louise L. Hay dejó su cuerpo físico para aventurarse en su nuevo viaje.
Miles de personas alrededor del mundo honran su legado y yo me sumo a todos ellos.
Llegó a mi vida en 1994, hace ahora 23 años, yo pasaba por un momento de fuertes cambios. Además estaba embarazada de mi tesoro lindo, de mi hija Carmen. El último mes de embarazo fue intenso y me sentía deprimida.
Leer y trabajar su libro “Usted puede sanar su vida” junto a mis prácticas de Reiki y yoga, me ayudó a, poco a poco, ir recuperando mi alegría.
Supe que un día estaría preparada para transmitir su fuerza y enseñarla a otras personas, sentía una fuerte llamada a ser Hay Teacher. Y llegó el día, en el verano del año 2008 me certifiqué en su metodología, la que hoy enseño a todos mis clientes y alumnos. Lo hago desde la honestidad, la integridad y el amor, como ella me enseñó.
Ella fue y es una luz en mi vida, cada día aprendo de ella. Su mayor enseñanza es: “Ámate” porque cuando te amas todo fluye, todo es posible. Esto también lo enseñaba y enseña otro de mis Maestro: El Maestro Jesús.
Si me sigues hace tiempo, bien sabrás, que no sigo ninguna religión pero si cultivo mi espiritualidad y aprendo de los grandes Maestros, del Espíritu Divino Dios/Diosa, Energía infinita de LUZ, AMOR, SALUD Y PROSPERIDAD.
Louise fue una maravillosa mujer que vivió en la luz y en el amor infinitos, que superó a través del amor incondicional a la vida y a ella misma, momentos realmente difíciles, así dio mucho, pudo dar mucho pues lo creo en ella misma.
¿Cómo no iba a hacerlo? ¡A los cuarenta y tantos le diagnosticaron cáncer de útero y se ha ido con NOVENTA! Sana y feliz.
Sí, ella decidió sanarse, tomó las riendas y eligió los medios que utilizaría para ello. ¡Lo hizo!
Me siento triste porque ya no estarás físicamente aquí, pero a la vez me siento inmensamente feliz y agradecida porque estás conmigo y sigues en mi vida.
Solo puedo decir GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
Aquí, ahora y siempre.
Con cariño,
Mercedes.