Sí, el compromiso da miedo.
¿Por qué? Porque el verdadero compromiso, el que se formula de manera real, consciente y honesta, requiere de poder personal.
Y resulta que el poder personal también da mucho miedo.
¿Por qué? Porque en una persona que carece de confianza en sí misma, la primera pregunta que surge en su mente es: ¿y si me equivoco? ¿y si fallo?
Entonces esa persona elige (recuerda que todo es una elección), seguir adelante sin responsabilizarse de sus decisiones recurriendo a la queja, en el caso de que las cosas vayan en su contra o a la suerte en el caso de que las cosas le sean favorables.
Cuando se desea una vida satisfactoria y llena de significado hay que poner en acción el poder personal.
El poder personal requiere de: honestidad, autodisciplina, entrega y convicción.
Esto va de ti para ti, no tienes que rendir cuentas a nadie.
Honestidad: sé fiel a ti misma y evita el autoengaño. Para ello, conócete bien, acepta tu parte divina y tu parte humana con sus luces y sus sombras.
Autodisciplina: la disciplina que te marcas a ti misma es la más complicada de llevar a cabo. Mira tus tiempos y márcate metas diarias que puedas cumplir sin flajelarte cuando ves que no las has cumplido.
Tampoco encuentres excusas para engañarte diciéndote que no pudiste hacerlo por esto o por lo otro.
Por ejemplo, si decides que te levantarás una hora antes para hacer ejercicio al comenzar el día, disciplínate y hazlo.
La autodisciplina te muestra a ti misma que eres capaz, que puedes.
Entrega: Entrégate como si te fuera la vida en ello, entrégate desde el amor a ti misma y con amabilidad en todo lo que hagas.
Convicción: Cree en ti, cree en lo que te apasiona, cree en las cosas cotidianas (ir al super, ir a trabajar, despertar por la mañana, ir a dormir en la noche, pasear, preparar la comida, leer un informe, recibir las facturas de los suministros).
Cree más allá de lo que ves y ábrete a percibir tu mundo desde la convicción de que existen todas las posibilidades.
Tu creencia básica tiene que ser la que te lleve a creer en tu capacidad de realizar cosas y ver sus resultados.
La autodisciplina, entrega y convicción son importantes, sin embargo la más importante es la honestidad.
Ser escrupulosamente honesta en tu vida personal es una máxima.
Esto hará que te respetes a ti misma y los demás te respetarán.
Serás vista como una persona en la que se puede confiar.
Y lo más importante: tú confiarás en ti.
Cuando cuidas tu interior y te ocupas de tu evolución como ser humano, te llenas de poder personal y esto es bueno, es muy bueno para ti, para el mundo y para el Universo.
Entonces ya puedes soltar el miedo a hacer un compromiso por, a su vez, tener miedo a equivocarte y miedo a las consecuencias que te traerán el equivocarte. Pues cumplir con tu compromiso es descubrir lo grande que eres.