Tú ya sabes que todo comienza en la mente, todo comienza con pensamiento y que todos esos pensamientos que rondan por tu cabeza… aquí, déjame contarte algo. Mi maestro de meditación Baba Muktananda explicaba que la mente está en el corazón, por tanto los pensamientos proceden del corazón y el órgano que los procesa es el cerebro, que está en tu cabeza.
Dicho esto, ¿Qué es lo que pusieron en tu corazón, qué es lo que tú has permitido conservar de eso que pusieron, y qué es lo que tú has puesto por ti misma/o? ¿Qué es lo que has aceptado, qué es lo que no?
¿Cómo es el clima que respiras dentro de ti?
Todos los pensamientos, ideas, finalmente se convierten en “cosas” que se manifiestan en el exterior; sucesos, enfermedades, tropiezos, tristeza, felicidad, errores, aprendizajes, etc. Aquí es importante señalar que tú eres la única persona responsable de los resultados de tus acciones, acciones promovidas por tus pensamientos, pues finalmente la elección es siempre tuya, así que no procede culpar a nadie.
Si tu ambiente mental te lleva a estar todo el día malhumorada/o y quejándote muy posiblemente el resultado será que nadie quiera estar a tu lado, mientras que si te muestras feliz, risueña/o, contenta/o, optimista, no te extrañe que todos quieran estar contigo.
Si no te agrada tu situación exterior quizás sea el momento de que hagas una paradita y observes cómo es tu ambiente mental, cómo son tus ideas… ¿estás todo el día criticando y juzgando? ¿Estás todo el día criticándote y jugándote? ¿Estás todo el día quejándote del gobierno y de lo mal que va el mundo? Etc.
Si alimentas cierta manera de pensar no tienes poder ni manera de cambiar las consecuencias, los resultados siempre serán los mismos, quizás cambie el escenario pero el resultado no.
Tienes libre albedrío, úsalo. Tú puedes elegir.
Lo que tengas alojado en tu subconsciente produce su igual en el exterior. De aquí la importancia de que dediques un momentito a observar tu mente. Sí, tal si fuera una película, como si estuvieras en el cine.
Tú creas tu mundo con tu mente. Hay una gran diferencia entre lo que verdaderamente crees (lo que está en tu subconsciente), lo que crees que crees y lo que crees que debes creer.
Habrás oído decir muchas veces que todo depende del color con que se mire, exactamente, todo es una apariencia.
Si en el centro de una habitación pones una lámpara con una pantalla verde, ¿cómo se verá todo? Si cambias la pantalla y la pones de color rojo, ¿cómo se verá todo?… El color está allí, pero tú sabes que el color verdadero es otro y eso solo una apariencia.
Lo mismo ocurre en tu vida. Cambia tu posición mental y todo se transformará.
Revisa tu corazón, revisa tu mente.
Te deseo un feliz viaje.