La crítica, los juicios, los comentarios negativos de una u otra manera siempre van a estar ahí.
Cuando decides comenzar un negocio propio después de haber estado años trabajando como empleado te bombardean con comentarios desalentadores que vienen en primera instancia de las personas más cercanas a ti.
Si lo que te dispones a emprender no es algo que verdaderamente te guste, te apasione, si es algo que realmente no amas, aturdido por esos comentarios abandonarás antes de haber comenzado siquiera.
El que ames lo que quieres hacer, lo que tienes que ofrecer al mundo es fundamental para destruir diferentes muros que irás encontrando, y el tema de los primeros juicios es uno de ellos.
Aquí entra en juego tu capacidad de crear un diálogo interno potenciador y tener una mentalidad lo suficientemente abierta y flexible para cambiar tus propias limitaciones, cuando estás fuertemente decidido y vives dentro de ti el amor hacia los dones que quieres entregar, nada ni nadie te podrá parar.
¿Qué ocurre una vez que has arrancado tu negocio y recibes críticas desde tu propia “industria”?
Ocurren dos cosas: No le puedes gustar a todo el mundo y no hay nada de malo en ello, en este mundo hay suficiente de todo para todos.
La segunda cosa es: ten en cuenta que cuanto más alto juegas, más logros conseguirás y más críticas vendrán.
Lamentablemente siempre hay personas que suben su autoestima despreciando a otros, lo importante aquí es que no te tomes las palabras de estas personas como algo personal.
Sin embargo siempre puedes aprender, de todo siempre se puede aprender, y si esa crítica verdaderamente te ha arañado el corazón, es momento de revisar y preguntarte:
- ¿qué hay en este comentario/juicio/crítica que sea mio?
- ¿que puedo aprender de lo que he sentido con esta crítica?
- ¿hay algo que yo tenga que cambiar en mi manera de actuar?
Todo comienza siempre dentro de ti, por eso un emprendedor siempre necesita estar aprendiendo de las cosas que suceden, revisando su interior y haciendo limpieza. Tu crecimiento interno es algo que un día empieza y no tiene fin. Si paras, mueres.
Conocerte a ti mismo e intentar mejorar es parte fundamental que acompaña el desarrollo de tu negocio, y apoya incondicionalmente el que seas tu mismo con integridad y honestidad.
Esto es una manera de protegerte de tales comentarios y entender que te estás preparando para alcanzar tu próximo nivel.