¿Te ha ocurrido alguna vez que las personas cercanas a ti te dicen lo que es mejor para ti? ¿Te ha pasado alguna vez que tus familiares te dicen lo que tienes que hacer sin ni siquiera hablar contigo ni preguntarte por tu situación, tus pensamientos al respecto u opiniones?
Nunca te enseñaron a llegar a ese lugar dentro de ti donde tienes todas las respuestas a tus inquietudes, ese bálsamo para esos momentos en los que tienes que tomar decisiones y las dudas y diferentes opciones bombardean tu cabeza.
Está bien aprender de los demás y escuchar a tus mayores que ya tienen bastantes experiencias de vida, hazlo pero sin perder tu capacidad de descubrirte a ti mismo. Ten en cuenta que a final de cuentas quien va vivir tu vida eres TÚ, por lo tanto eres quien va a sufrir o disfrutar de las consecuencias de tus elecciones, quien responde por tu vida eres tú.
Si te acostumbraste a creer a los demás antes de a ti mismo, es hora de empezar a cambiar ese hábito y crear seguridad dentro de ti pues es muy estresante estar siempre esperando que alguien te diga hacia donde te tienes que dirigir. A no ser, claro está, que decidas convertirte en una cómoda víctima y entregues tu vida a poderes ajenos.
Atrévete a salir de ese estado entre letargo y rabia, empieza a tomar las riendas de tu vida con responsabilidad, sabiduría y renuncia.
Cuando digo renuncia me refiero a esa dulce sensación de saber que siempre estás a salvo, tú haces tu parte y el Universo te recompensa con su ayuda.
La raíz de todo conflicto es el miedo, tu conflicto a la hora de encontrar respuestas puede estar en el miedo al silencio, el miedo a la soledad. Pues sí, para ir al encuentro de la información que te lleve a tus propias respuestas tienes que entrar en ese lugar silencioso que hay dentro de ti. ¿Fácil? Sí con la práctica, las ganas, la constancia y la confianza.
Para que des el primer paso y comiences a crear este nuevo y beneficioso hábito, hoy te dejo tres potentes pasos que te llevarán a ese cálido lugar donde encuentras tus respuestas:
1) Permanece unos minutos al día, cada día, en silencio. Cierra los ojos, toma una respiración profunda y escucha tu silencio.
2) Cada noche cuando ya estés en tu cama para entrar en el sueño reparador di: Me doy la orden de encontrar mis propias respuestas
3) El tercer paso viene una vez que has practicado los dos anteriores durante al menos una semana completa de lunes a domingo. Entonces al ir a dormir di: Me doy la orden de encontrar mi propia respuesta a……. (la pregunta que tengas)
Ten paciencia, practica con perseverancia y los resultados llegan, si por el contrario vas con prisas el ejercicio no será efectivo.
Recuerda anotar en tu cuaderno de trabajo las sensaciones, señales y experiencias que tengas durante la práctica y las señales que te trae el día a día con respecto a tu pregunta.
Te deseo un feliz viaje.
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