Amarse a uno mismo es una aventura maravillosa, y muy necesaria para mantener una autoestima saneada y elevada.
Si eres como la gran mayoría de los mortales, nunca te hablaron sobre esto y quizás nunca te dijeron lo especial que eres sencillamente por ser tú mismo. Esto hace muy difícil amarte a ti mismo porque las impresiones negativas se agarran a ti con fuerza.
¿Te has parado alguna vez a observar si realmente te amas? ¿Te pones condiciones para poder amarte?
¿Crees que puedes amar la vida, amar a los demás sino te amas a ti mismo? ¿Crees que puedes dar algo de lo que no tienes?
Amarse a uno mismo es básico en la vida de cualquier persona, en la vida de los terapeutas y coaches es imprescindible trabajar el desarrollo personal, la sanación emocional, la evolución interna… Pues, ¿Cómo vas a guiar y ayudar a otros si antes no lo has hecho contigo mismo?
Recuerda que no se puede dar ni un poquito de lo que no se tiene.
En este artículo te voy a entregar 3 pasos para que comiences a limpiar el camino hasta que veas ese diamante que brilla dentro de ti, y si ya, de alguna manera, has recorrido este trecho te propongo que lo vuelvas a transitar pues estoy segura de que cosas nuevas te sorprenderán.
Paso 1. Abandona la necesidad de criticarte
El pensar o decir que eres una persona muy perfeccionista y muy exigente contigo mismo, a veces es una manera de ocultar tu necesidad de criticarte a ti mismo.
El criticarte te bloquea, te impide sacar lo mejor del “ensayo-error”, es más te impide “hacer”, te impide tomar acción.
Y si tomas acción vas directamente a cumplir el decreto de tus auto-criticas.
La necesidad de sentirte perfecto te crea una fuerte presión, te impide descubrir tus aptitudes creativas, tu propia singularidad que hace que te distingas de los demás.
Tú tienes un papel único que desempeñar en este mundo, ve a por ello, deja de criticarte.
Paso 2. Permite a tu mente ser tu amiga. Deja de asustarte
¿Llenas tu mente con pensamientos aterradores cuando las cosas no van como tú quieres?
Con esto solo consigues hacer que las situaciones sean peores de lo que realmente son, pones en ello una energía de inseguridad y desconfías de tus capacidades.
Poner miedo en tu mente es un hábito tan “normal” que pocas veces o quizás nunca te das cuenta de que te estás asustando a ti mismo.
Siempre digo que el único miedo positivo es el que te alerta de un peligro, los demás son maneras de ponerte la zancadilla.
Todos cometemos errores, y lo bueno de esto es que tenemos la oportunidad de aprender. En tu mente solo tienes poder tú, tienes el poder de elegir que pensamientos quieres poner en ella.
Recuerda: la mente es tu instrumento, no tu dueña.
¿Qué pensamientos vas a poner hoy en tu mente?
Utiliza las afirmaciones positivas y la visualización, esto te llena de buena energía, te levanta el estado de ánimo y te ayuda a soltar la necesidad de asustarte.
Ten paciencia y sé amable contigo mismo mientras practicas este paso, no se construyó Roma en dos días.
Paso 3. Aprende a Elogiarte
La crítica deprime al espíritu; el elogio lo levanta. La crítica arruina tu autoestima, el elogio la potencia.
Eres parte de la Sabiduría Divina, si renuncias a este poder es como si renunciaras y desprestigiaras a tu propia madre.
Dite a ti mismo que eres una persona maravillosa y persiste en ello, con decirlo solo una vez no es suficiente.
Elógiate y acepta los elogios que te brinden los demás, acepta los piropos, esta es una buena manera de abrirte al sentimiento de merecimiento.
Observa si las creencias adoptadas desde tu infancia aparecen y te retienen a continuar con tu transformación interna. Date permiso para elevarte por encima de ellas.
¿Estás dispuesto a perdonar? ¿Estás dispuesto a hacer el esfuerzo mental necesario para cambiar tu vida y convertirla en la que deseas?
Todo comienza en el amor y sentirte mejor con tu propia vida comienza con el amor hacia ti mismo.
Amarte significa, entre otras cosas, apoyarte, tratarte bien, no permitir ningún tipo de abuso, amar tus rasgos negativos, cuidar tu cuerpo, ser amable y paciente.