Existe un don, el don de entender que todo es perfecto tal y como es, el don de entender que todo está bien en tu mundo.
La necesidad de… hace que te apegues a los miedos. Te apegas a las relaciones tóxicas por miedo a quedarte solo. Te apegas a las emociones negativas porque necesitas atención y te da miedo a que no te tengan en cuenta.
Te apegas a la crítica porque te da miedo a mirar lo que tiene que ser cambiado o mejorado en tu vida.
Te apegas al drama porque te da miedo sentir tu propia libertad y reclamar tu poder de resolución.
Te apegas a la complacencia por miedo a decir no.
Te apegas a la comida para engordar y protegerte a la vulnerabilidad de amar y ser amado por los demás.
Y así sucesivamente hasta estar sencilla y totalmente viviendo en el estado de asfixia que provoca el apego. De aquí salen los ataques de ansiedad, el estrés, la fatiga, la lenta circulación de la sangre…
Cuando, sin darte apenas cuenta, alimentas todos esos apegos estás limitando tu libre albedrío, el cual es tuyo por derecho divino. Estás entregando tu poder a algo que realmente solo existe porque tú le das forma.
Todo esto lo haces porque todavía no sabes que no necesitas esos apegos para ser feliz, para sentirte libre y respirar con confianza.
El arte de dominar el desapego es algo que va más allá de los conocimientos teóricos y prácticos a los que estamos acostumbrados y son socialmente aceptados y reconocidos. Es una comprensión espiritual, es entender las circunstancias y sucesos de tu vida desde una perspectiva diferente.
Este arte requiere valor, el valor de osar a ser diferente aún sin parecerlo. Es tu intimidad más elevada.
Para entender esto tienes que cultivar tu espiritualidad, leer a los grandes maestros y elegir tu propia manera de practicar: meditar, silencio, lectura, recitar un mantra, trabajar con un terapeuta que te ayude a limpiar tus emociones, descubrir la conexión con tu ser e interiorizar el don de entender que todo está bien en tu mundo.
Cultivar ese don es el arte que te lleva a dominar el desapego.
Me pareció muy interesante la reelección.