¿Cuántas veces al día eres consciente de tus movimientos, decisiones y actuaciones?
La mayor parte de nuestros días los dejamos ir sin tomar ni siquiera un minuto de silencio, de calma, de observación.
La observación es realmente interesante e importante a la hora de conocernos y tomar decisiones acertadas, aunque a veces la Vida nos confunda porque nos lleve por derroteros que no llegamos a entender, pero te aseguro que existe una razón que tarde o temprano entenderás.
Entrar en la dinámica de observar y ser consciente de lo que te ocurre, en principio, puede parecer abrumador, cansado, fastidioso… pero es sencillamente un cambio de hábitos que conseguirás dando el primer paso y siendo consistente, es decir sin abandonar la practica hasta que el hábito sea tan natural que ya salga con facilidad.
A la hora de sentirte satisfecha con tu vida, desde el detalle más simple (por ejemplo lavarte las manos) hasta el más complejo (terminar con una relación tóxica o realizar un proyecto y que este llegue a un buen resultado), tienes que tener muy claro cuáles son tus razones para realizar tal acción, cuáles son tus deseos, creencias, intenciones, capacidad, consistencia para, sin demora o excusas, pasar a la acción.
También tienes que tener en cuenta como es tu ambiente externo, ¿este propiciará tu éxito o no?
El enfoque, el cual es primordial, te lo dará el conocer tus razones con lujo de detalles pues así podrás condensar tus pensamientos la dirección adecuada y ordenar tu mente para que todo eso que además tienes que hacer en tu día a día esté lo suficientemente organizado para que también tengas tiempo para tu alcanzar eso (sea lo que sea; tomar un programa de crecimiento interior, estudiar algo, mejorar tus finanzas, etc.) que sabes es bueno para tu vida.
Al poner en papel tus razones, esas por las que quieres y/o necesitas algo, cambiar algo, mejorar algo… te van a dar la motivación, el enfoque y la intención necesarias para de una manera deliberada pasar a la acción.
Esta semana te propongo que hagas este ejercicio:
Toma lápiz y papel, arriba de la hoja pon un título, por ejemplo: MIS RAZONES PARA…
y debajo ve enumerándolas.
Una vez las tengas, ve reflexionando y contemplando cada una de ellas… ¿cuáles son las tres razones más poderosas, mas fuertes?
Ahora las anotas de nuevo en diferente color, rojo está muy bien.
Pon en tu mente y tu corazón estás razones, ¿cuándo le darás poder a tu intención y pasarás a la acción?
Aquí es donde muchas personas se paralizan y nunca hacen nada, por eso es tan complicado hacer el camino a solas y por eso existimos profesionales como yo, para ayudarte a que tu intención tenga sentido.
El ejercicio de hoy y muchos otros los realizamos en 7 Pasos para Materializar tus sueños
con el beneficio de llegar hasta el final con inmejorables resultados.