¿Cómo podemos entender que el tiempo no existe? Esta es una compresión profunda del SER que nos llega después de un potente desarrollo y entrenamiento interior que nos conecta con nuestro aspecto más espiritual.
¿Cómo entender que el tiempo no existe cuando andamos todo el día mirando el reloj, pensando en el pasado, soñando el futuro?
Lo verdaderamente irrefutable es que solo tienes el AHORA, lo que ocurre es que ese ahora está totalmente contaminado por las impresiones del pasado y los sueños del futuro.
El tiempo está en tu mente, pasado y futuro. Si te pasas tu momento ahora dando vueltas mentales sobre imágenes de “todo lo que tengo que hacer”, “lo que me ha dicho fulanito o fulanita”, “las ganas que tengo de que lleguen las vacaciones” “¿Qué haré este fin de semana?”, “No quiero esto o aquello”, “que mal me siento”, etc. Entonces no estás presente, estás totalmente ausente, eso es.
Al final del día sientes frustración porque te das cuenta de que no has hecho prácticamente nada de lo que habías señalado en tu agenda, o que el trabajo no te ha resultado tan productivo, o que sin darte cuenta se te echó el tiempo encima y no hiciste esa llamada tan importante.
¡Luego te quejas de que no tienes tiempo!
La clave principal para manejar provechosamente las horas del reloj es potenciar tu monólogo interno hacia el aquí y ahora.
¿Qué quiere decir esto? Esto se refiere a que todo ocurre dentro de ti, si quieres concentrarte en una tarea que estás haciendo en este momento pero tu mente de pronto trae un suceso del pasado y te enredas dándole vueltas YA NO ESTÁS EN EL AHORA. Lo mismo si de pronto te pillas pensando en algo que te gustaría y te proyectas hacia el futuro.
Cuando algo de esto ocurra, la mejor solución es decirte a ti misma/o que AHORA no es el momento de ocuparme de ese asunto. Si es realmente algo que tengas que resolver o algo de lo que tengas que aprender, anótalo en tu agenda para ocuparte de ello cuando lo creas conveniente y sin que puedas interrumpir tu momento presente. Igual si es algo relacionado con el futuro; un sueño, un objetivo o una meta que te gustaría alcanzar.
Te dices mentalmente: “muy bien tengo esto en cuenta y sigo con lo que estoy haciendo” concentra de nuevo tu mente en la tarea.
El tiempo mental que pases en el pasado aprovéchalo para aprender pues el pasado solo sirve de referencia para no cometer los mismos errores una y otra vez, el futuro para establecer objetivos y accionar hacia ellos. De cualquier manera todo esto ocurre en el PRESENTE, en el AHORA.
Hazte estas preguntas:
- Si es algo del pasado:
- ¿Qué tengo que aprender de esta situación?
- ¿En qué me tengo que entrenar para no repetir esto que me causa mal-estar y me trae resultados no deseados?
- ¿Qué elijo hacer con esta situación del pasado para que no se repita de nuevo en mi vida?
- Si es algo bueno lo que recuerdas, felicítate por ello e igualmente déjalo marchar.
- Si es algo del futuro:
- ¿Quién tengo que llegar a SER para materializar esto en mi vida?
- ¿Cómo me sentiría una vez que hubiese materializado esto?
- ¿Qué acciones elijo hacer hoy para materializar el futuro que realmente deseo?
Resuelve no dedicar demasiados minutos a vagar por el pasado o creando ilusiones sobre el futuro.
Otra clave importante es ordenar tu mente día a día, enfócate en lo que verdaderamente importante que tiene que ser hecho hoy. Concéntrate en tu tarea organizando tu tiempo de reloj dejando siempre hueco para los posibles imprevistos. Apaga fuegos lo antes posible y luego vuelve elegantemente a lo que estabas haciendo.
Tenemos dos claves: monólogo interno y orden mental. Para abrir paso a estos dos aspectos te recomiendo la práctica de la OBSERVACIÓN.
La auto-observación te lleva a estar presente y a dejar de ser protagonista para ser testigo.
Observa tus palabras internas y observa tu mente. Observa cuántas veces tu mente se va al pasado o al futuro. No te juzgues ni te critiques, sé imparcial y haz este ejercicio de la manera más objetiva posible.
Otra importante recomendación es que traigas a tu vida el hábito de MEDITAR, esta práctica trae muchos beneficios a tu día a día ya que al conectar con tu sabiduría interna te vacías de pensamientos inútiles. Mi amigo José dice que la meditación actúa como una aspiradora: se lleva toda la basura.
Te animo a que AHORA tomes la decisión de hacerte cargo de tu PRESENTE, proponte llevar a la acción el entrenamiento que te explico en este artículo y tendrás todo el tiempo del mundo.
Para empezar y sacar el máximo partido a tu día a día, concéntrate en la tarea que tengas entre manos, siempre que acuda a ti el pasado o el futuro haz una anotación en un papel o cuaderno para ocuparte de ello más tarde y seguir con lo que estabas haciendo.
Si es que algún imprevisto te interrumpe, atiéndelo con soltura y luego vuelves a enfocarte en lo que estabas haciendo antes de esa interrupción.
Cada noche organiza tu agenda para el día siguiente y recuerda mirarla cada mañana.
Luego crea tu plan de entrenamiento para llevar a cabo la práctica de hacer maestría de tu monólogo interno y tu orden mental a través de la observación y la meditación.
Definitivamente hazte consciente de que solo tienes el eterno presente, la calidad con la que lo vivas depende solo de ti.
Te deseo un feliz viaje.