Esta sociedad actual en la que todo es para ayer, en la que hay que ir rápido porque sí, en la que nos han hecho creer que el tiempo es oro, nos ha conducido a convertirnos en seres mediocres sin armonía ni respeto por lo que hacemos o por lo que tenemos que hacer.
Queremos cambios, cambios rápidos: queremos adelgazar ya, hacer dinero ya, la pareja ideal ya, los mejores resultados ya, sin esfuerzo, sin compromiso. Esto amigas es mediocridad.
Todo merece un esfuerzo, y yo diría un dulce esfuerzo, pues cuando te entregas y te involucras la recompensa son los óptimos resultados que, cuando llegan, descubres que te sientes bien, realizada, plena, orgullosa de tus méritos. Y no necesitas que nadie te lo reconozca pues tú ya sabes lo bien que lo has hecho.
Esfuerzo, entrega, pasión, compromiso, impecabilidad, cuidar tu manera de expresarte, hacer lo máximo que puedas, alegría mientras recorres el camino. Esto amigas es excelencia.
Obsérvate y camina hacia la excelencia, ¿qué haces, por qué lo haces, cómo lo haces?