¿Por qué te reprimes? ¿Por qué no permites que tus sentimientos te hablen? Reprimir tus sentimientos solo te puede llevar a vivir una depresión.
Otras vivencias que puedes experimentar al no dejar salir tus sentimientos son las adictivas: adicciones emocionales, adicciones al rechazo, adicciones a la enfermedad, adicciones al temor, adicción a crearte deudas constantemente…
Te puedes crear constantemente hábitos tóxicos que te mantienen repitiendo una y otra vez sensaciones y experiencias que afirmas no querer en tu vida. Te sientes la víctima.
Date permiso para sentir, no importa si son sentimientos de rabia, dolor, tristeza, temor, envidia, para así poder transmutar esa energía de la mejor manera posible. Siéntelo, míralo a la cara y déjalo ir.
No te martirices ni martirices a los demás.
Amate tal y como eres, con tus luces y tus sombras pues es la única manera de crear una base sólida para seguir avanzando.
Los sentimientos escondidos se enquistan y causan daño.