En la infinitud de la vida, donde estoy,
todo es perfecto, completo y entero.
Cada uno de nosotros experimenta la riqueza y la plenitud de la vida
de la manera que más le enriquece.
Ahora miro el pasado con amor, y decido aprender de mis viejas experiencias.
No hay verdad ni error, no existe ni el bien ni el mal.
Lo pasado, pasado: se acabó.
No existe más que la experiencia del momento.
Por traerme a mi misma desde el pasado al momento presente, me amo.
Comparto aquella y aquello que soy porque sé que en Espíritu todos somos uno.
Todo está bien en mi mundo.
Louise L. Hay